"Amor ¿y si lo hacemos antes de morir?", una obra sobre los juegos y sus consecuencias, se estrena en Madrid el 6 septiembre

Una nueva propuesta teatral llega para enriquecer aún más la oferta cultural madrileña. Se trata de Amor ¿y si lo hacemos antes de morir? una función sobre la amistad a partir de una peculiar propuesta por parte de uno de los personajes a su novia y a sus dos amigos que propiciará revelaciones inesperadas para los cuatro.

 Cartel de Eduardo Cros

La obra, puesta en pie por Mudanzas y Portes Teatro, está interpretada por Carlos Guardiola, Miguel Rascón, Beatriz Manrique y Álvaro Doñate, coautor a su vez de la obra junto a Marta Sánchez Guillén. La dirección corre a cargo de Samuel Señas quien dirigió a Rascón en el nuevo montaje de Bajarse al moro, del que ya se habló en este blog.

La obra se estrena el 6 de septiembre en la joven pero cada vez más asentada sala Nave73, situada en la Calle Palos de la Frontera Nº 5. La obra se representará todos los viernes del mes de septiembre y las entradas pueden adquirirse en atrapalo.com.

El Rinconcillo de Reche ha hablado precisamente con Álvaro Doñate para que nos hable desde el doble punto de vista de actor y coautor de la obra.

Pregunta: ¿Cómo surge la idea del argumento de la obra?

Álvaro Doñate: Surge de la necesidad de hablar de las relaciones humanas, concretamente de un grupo de cuatro amigos que, aunque se conocen desde hace bastante tiempo, a partir de una propuesta fuera de lo normal por parte de uno de los personajes, Alex, a su novia y a dos amigos, se empiezan a saber cosas de unos y de otros que no se sabían hasta el momento.

P.: Por lo que está contando, ¿en esta obra se puede aplicar el dicho de "Entre broma y broma la verdad asoma"?

Á.D.: Absolutamente. Además estoy totalmente de acuerdo con ese dicho. Porque en la obra, lo que empieza siendo un juego, se convierte en otra cosa, no siempre pero en este caso sí, y la realidad supera a la ficción.

Los cuatro actores, Doñate a la derecha. Mandela Photography

P.: ¿Se ha escrito la obra pensando en advertir si se deben plantear ciertos juegos para mantener la amistad?

Á.D.: Tanto Marta Sánchez Guillén como yo sí que vimos claro desde el principio que no es tanto querer dar una moraleja porque no hay una máxima que diga "Si se plantean estos juegos acaba pasando esto" pero sí que está la reflexión de "Cuidado con lo que deseas, que a veces no se cumple y pasan otras cosas".

P.: ¿Cómo ha sido la escritura del texto a cuatro manos?

Á.D.: Ha sido una labor sencilla, fácil y para toda la familia como se dice. Yo ya tenía escrita versión del texto y entonces Samuel Señas, el director, me comentó que ya había trabajado con Marta Sánchez Guillén, guionista de series como Aida o Fenómenos, y nos puso en contacto porque sí que vimos que al texto le faltaban unos retoques finales. Las cosas que ella propuso fueron muy acertadas y mejoró el texto. Estábamos los dos en el mismo código y nos entendimos rápidamente.

P.: Con sus compañeros sobre el escenario comparte el haber estudiado en la Escuela de Cristina Rota ¿ese factor ha facilitado el trabajo, por tener un mismo código de interpretación?

Á.D.: Pues la verdad es que sí. Aunque los cuatro somos de generaciones diferentes. Yo soy de la misma que Carlos Guardiola y Miguel Rascón y Beatriz Manrique son de otra. Aunque no habíamos trabajado antes los cuatro junto yo sí había trabajado antes con Carlos y, paralelamente, Miguel y Beatriz también habían trabajado juntos. Unirnos fue muy fácil, nos entendimos muy bien y fue interesante el hecho de que Samuel Señas también había estudiado dos años en la Escuela de Cristina Rota y luego se formó en la RESAD. Ha sido muy enriquecedor porque él ha propuesto otra manera de trabajar, pero siempre teniendo en cuenta de dónde veníamos nosotros y nos ha aportado mucho el que él viniera de otro sitio.

P.: Con respecto a la composición de su personaje ¿ha tenido alguna directriz concreta? Porque al haberlo "escrito" sabe ya de antemano cómo es...

Á.D.: En cierta manera partes con ventaja pero a la vez con algo de desventaja porque te tienes que dejar llevar por la dirección que propone en este caso Samuel Señas, y aunque tú lo hayas escrito, como actor se ha de olvidar. Samuel sí se ha apegado mucho al texto que escribimos Marta y yo. Entonces a la hora de poner la obra en pie nos hemos puesto a trabajar, confiar, investigar y descubrir, que es en lo que se basa esta profesión.

P.: ¿El título de la obra está pensado para que el público lo interprete a su manera antes de ver la función?

Á.D.: Sí, está pensado con esa intención. Esta es una obra que es importante que el público vaya a verla y al finalizar dirá: "Entiendo perfectamente el título". Antes de verla dirá: "¿Se referirá a esto? ¿O a esto otro?". La esencia es el descubrimiento por parte de cuatro amigos de secretos, la aparición de conflictos...En cierto tono de comedia pero no todo es comedia, como la vida misma. Es una hora en la vida de unos personajes en la que pasan muchas cosas.

Un momento de los ensayos. Mandela Photography

P.: ¿Ha habido referentes a la hora de concebir la obra?

Á.D.: Sí, hay que tener en cuenta que los cuatro pertenecemos a una generación, de los 27 a los 33. La obra tiene un inicio muy de sitcom, al estilo de Friends pero luego los personajes se van desarrollando, empezando de una manera y terminando de otra. Samuel Señas hizo insistió mucho en una idea que a mí me gusta bastante: El público siempre va un paso por delante de los personajes, va viendo el camino y además se empatiza mucho, son personajes pensados para que la gente se sienta identificada, con muchas referencias de las películas de los 80 y los 90 sobre reencuentros entre amigos.

P.: ¿Qué destacaría del lugar donde se va a representar la obra, Nave73?

Á.D.: La verdad es que Nave73 es una sala interesantísima. Es relativamente nueva, se abrió hace seis u ocho meses pero ha ido cobrando una importancia a pasos de gigante en el panorama madrileño. Es una maravilla, tiene magia. Cuando la vimos fue un flechazo. Los responsables de la sala  se mostraron muy interesados en el proyecto. La sala nos encantó porque está hecha con mucho gusto y te lo ponen muy fácil a la hora de trabajar. Además cumplía con lo que nosotros queríamos: Es un espacio único, la obra transcurre en un salón de una casa a la que se acaban de mudar, donde hay cajas de mudanza de cartón, pero, además, hay una radio con cartón y otros elementos con ese material porque Samuel, que también se encarga de la escenografía, quería darle importancia al concepto de que lo que hay dentro de las cajas cobra vida. 

Julia Trujillo, una señora del escenario (1932-2013)

De nuevo el mundo del teatro español se viste de luto. La actriz Julia Trujillo ha fallecido a los 81 años.

Julia Trujillo (1932-2013)

Personalmente, me ha cogido por sorpresa ya que la conocí la pasada temporada en el Teatro Quintero, donde tuvo lugar el estreno nacional de la obra De par en par. En la obra encarnaba a la matriarca de una familia formada por otros miembros interpretados por Ana Ruiz, Cuca Escribano, Esperanza Elipe o David Fernández Fabu. Gracias a la presentación de la obra y a la representación de la misma pude conocer a una gran señora dentro y fuera del escenario.

Julia Trujillo y el resto del equipo de De par en par con un servidor

Recuerdo sus anécdotas, que surgían al preguntarle sobre su extensa carrera. Evocaba con cariño y humor el rodaje de la serie Los Gozos y las Sombras (1982) en donde formaba parte de una gran reparto encabezado por Carlos Larrañaga, Amparo Rivelles, Eusebio Poncela o Charo López, con quien había coincidido dos años antes en el Estudio 1 de Maribel y la extraña familia, de Miguel Mihura, dirigido por Cayetano Luca de Tena. 

En televisión fue una asidua de los espacios dramáticos de Televisión Española. Participó, dentro del mencionado Estudio 1, además de en la obra mencionada, en El mercader de Venecia de William Shakespeare, junto a José Bódalo y Gemma Cuervo, El lindo don Diego de Agustín Moreto, Misericordia de Pérez Galdós o Luz de gas de Patrick Hamilton dentro del espacio Teatro de misterio. También intervino, dentro de las nuevas entregas de Estudio 1 emitidas en 2006, en La Malquerida, de Jacinto Benavente junto a José Coronado, Mercedes Sampietro y Alba Alonso.

Otra de las anécdotas que ella evocó tenía que ver con el teatro, donde se movía como pez en el agua: Dos semanas antes de la presentación de De par en par había venido al Teatro Lope de Vega Los habitantes de la casa deshabitada de Jardiel Poncela, y la nieta del autor, Paloma Paso Jardiel, era la única que repetía, haciendo el mismo personaje del anterior montaje de la obra, a finales de los 90, donde participaba Julia Trujillo, en el que un burro, que formaba parte de la trama, murió al caer del escenario. Al evocarle este recuerdo, Trujillo recordaba con lástima el incidente ya que les produjo mucha pena a todo el equipo.

La actriz, nacida en Madrid en 1932, fue una asidua de los escenarios desde los años 50 representando obras clásicas como Medea, Orestes, Las Troyanas (de Eurípides) o Antígona de Sófocles así como numerosas obras del teatro contemporáneo como La Ratonera de Agatha Christie en 1999, Una noche de primavera sin sueño o Cuatro corazones con freno y marcha atrás (de Jardiel Poncela), La decente o Melocotón en almíbar (de Miguel Mihura) o Anacleto se divorcia y La venganza de don Mendo (de Pedro Muñoz Seca), por señalar algunos títulos de una extensa carrera que se vio marcada por la profesionalidad y la sencillez, de una mujer que amaba la interpretación. Descanse en paz, Julia Trujillo.

Un despropósito desproporcionado

                                         CRÍTICA DE GUERRA MUNDIAL Z

Partiendo de la base de que el libro de los gustos está en blanco, el que escribe estas líneas se plantea la pregunta siguiente ¿Es necesario gastar el dinero en hacer determinadas películas? Con Guerra Mundial Z me surge esta cuestión y eso que iba al cine ya advertido. Pero claro, el protagonista y el director eran dos reclamos importantes.

Pero estos reclamos se han convertido en un gancho engañoso. Creo que Marc Forster, director que apuntaba muy buenas maneras con Monster's Ball (2000), Descubriendo Nunca Jamás (2004) o Cometas en el cielo (2007), ha entrado en un bloque creativo que ya se evidenciaba en su película Bond Quantum of Solace (2008) donde un servidor no se enteró apenas del argumento, menos mal que llegó Sam Mendes para enderezar la franquicia con Skyfall.

Guerra Mundial Z es una especie de sinsentido apocalíptico donde Brad Pitt,  protagonista absoluto y productor de la película parece estar desubicado en una especie de variante de Resident Evil. Los zombis de la película, que empiezan a aparecer desde el minuto tres prácticamente, parecen emular los movimientos de los no muertos de la famosa saga de videojuegos y películas (¿Dónde estás, Milla Jovovich?).

Brad Pitt, padre de familia y héroe la película

La película aburre en su afán de mostrar una historia bigger than life con Pitt como héroe a su pesar en una situación catastrófica donde la solución parcial al panorama se basa en un recurso contradictorio en un primer momento y que pone a los laboratorios como "salvadores" de lo que resta de humanidad. Ya me han llegado comentarios de que se basa muy libremente en una novela de Max Brooks de la que parece que sólo toma el nombre.

Brad Pitt no suele frecuentar la ciencia ficción aunque Doce Monos (Terry Gilliam, 1995) se inscribía en este género y le reportó a Pitt muchas alegrías, nominación al Oscar incluída, pero con Guerra Mundial Z, en cuyo rodaje se rumoreó que llegó a no hablarse con el director, pincha en hueso dentro de una carrera variada y selectiva. No pongo en duda que llegue a ser uno de los blockbusters del verano y del año pero, en mi opinión, es una película ambiciosa que produce sopor y a veces hasta risa.

Pitt, preparado para luchar contra los zombis

Lo dicho, para opinar hay que ver, y con esta crítica no pretendo disuadir a nadie de que vaya a verla, pero, ya advierto, creo que la Z del título hace más referencia a la transcripción del sueño en los tebeos (Zzzzzzzzzz) que a otro concepto más alto, he dicho.