viernes, 26 de julio de 2013

Espíritus con muy mala leche

                             CRITICA DE EXPEDIENTE WARREN. THE CONJURING

El cine de terror tiene una serie de características que lo convierten en una especie de batidora donde se reconocen escenas de otras películas del género. El director James Wan, artífice de la sangrienta saga Saw, ya probó con fortuna el tema de las casas encantadas en Insidious en el 2010 y ahora vuelve con Expediente Warren. The conjuring, otra historia enmarcada en ese subgénero que tiene ilustres precedentes como La casa encantada (Robert Wise, 1963) o Terror en Amityville (Stuart Rosenberg, 1979)

La película comparte con el último título referido un inquietante factor: Está basada en hechos reales. Wan conecta con su propia filmografía y escoge de nuevo a Patrick Wilson como cabeza de cartel tras la experiencia de Insidious. En este caso Wilson encarna a un experto en fenómenos paranormales que va con su esposa ayudando a gente asustada por espíritus en sus casas o posesiones demoníacas. El matrimonio ayudará a una familia en cuya casa habita el mal.
Patrick Wilson no sabe lo que tiene detrás
Expediente Warren se beneficia de la elección de un reparto muy equilibrado con Vera Farmiga demostrando que las historias de terror son lo suyo como se pudo comprobar en La huérfana (Jaume Collet-Serra, 2009) o en la serie en emisión Bates Motel, precuela televisiva de Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960). Otro acierto se halla en Lili Taylor para dar vida la sufridora madre víctima de los espíritus. Los temas paranormales no son desconocidos en la carrera de Taylor ya que protagonizó La Guarida (Jan de Bont, 1999) remake de La casa encantada, junto a Liam Neeson y Catherine Zeta Jones. Ambas actrices dan una lección de entrega para interpretar a sus personajes.

Vera Farmiga en el climax del filme
En cuanto al argumento y su desarrollo hay que decir que Wan opta por un ritmo sin prisa pero sin pausa, mostrando el terror en pequeñas dosis para luego acabar en una pirotecnia terrorífica en la que no hay respiro. En este aspecto hay que señalar la influencia directísima de películas clave del cine de terror como la modélica El Exorcista (William Friedkin, 1973), Al final de la escalera (Peter Medak, 1980), Los Pájaros (Alfred Hitchcock, 1963) e incluso Los Otros (Alejandro Amenábar, 2001). De todas las mencionadas se cogen elementos que el aficionado al género reconoce y aunque las historias de casas encantadas se hayan contado muchas veces, Expediente Warren tiene los suficientes elementos para que sea una muy buena muestra del cine de terror actual.
Lili Taylor pasándolo muy mal en un momento del filme
Por último quisiera destacar la habilidad de Wan para mostrar elementos muy frecuentes en este tipo de películas pero que preparan al espectador a conciencia: En una casa con sótano se sabe que allí se cuece lo gordo de la historia de la casa, del mismo modo que se espera la aparición de algo que asustará si se mira un espejo durante un tiempo etc...

Una escena impactante en el sótano
Un párrafo aparte merece la muñeca Anabel. Lo digo con todas las letras ¿Quién en su sano juicio tendría en su casa una muñeca con una cara con tan mal rollo? Es uno de los factores más inquietantes de la película aunque tenga una historia paralela a la principal pero la cara de esa muñeca está echa a conciencia para que acojone al personal. Si creen que exagero, vayan a ver la película y lo comprueban.   

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