jueves, 15 de septiembre de 2011

Keira Knightley, la nueva musa del cine de época

Muchos actores dicen que interpretar es una especie de juego, ya que vives otras vidas. Si los proyectos no están ambientados en la actualidad, sino en períodos históricos o siglos pasados, los actores disfrutan como niños ya que se sienten "disfrazados" y eso les ayuda mucho a realizar su trabajo.

Al cine le gusta mirar al pasado constantemente y hay intérpretes especializados en este tipo de producciones, que suelen beber, en muchas ocasiones, de fuentes literarias. El último ejemplo de lo que estoy diciendo lo encontramos en el actual rodaje de Anna Karenina, filme protagonizado por la actriz británica Keira Knightley.
Keira Knightley, la futura Anna Karenina
Esta joven actriz se ha convertido en una especialista en el denominado "cine de época". Knightley asume el reto de encarnar a la protagonista de la inmortal novela de Leo Tolstoy. El personaje tiene ilustres precedentes, ya que ha sido encarnado por actrices de la talla de Greta Garbo o Vivien Leigh, e incluso la francesa Sophie Marceau.

En esta ocasión, Knightley se ha vuelto a unir a su director fetiche, Joe Wright, quien la ha dirigido en dos películas también de época con gran repercusión entre la crítica y el público: Por un lado, la actriz protagonizó Orgullo y Prejuicio en 2005, encarnando a otro icono de la literatura, en este caso inglesa, Elizabeth Bennet, la ilustre heroína surgida de la imaginación de Jane Austen.
Knightley en Orgullo y Prejuicio (2005)
Dos años más tarde, Wright volvió a fijarse en otra novela, Expiación , de Ian McEwan,y Knightley de nuevo encarnó a la protagonista, en este caso  de una historia ambientada en los albores de la Segunda Guerra Mundial. En este caso Knightley, junto a James McAvoy, protagoniza una historia de amor truncada por la maliciosa mentira de una niña. La película ganó el Oscar a la Mejor Banda Sonora, a cargo del italiano Dario Marianelli y llamó la atención por un traje verde que la propia Knightley luce en el primer tercio de la película.

Dejando a un lado su trabajo con Joe Wright, Keira Knightley está de actualidad gracias a su intervención en la nueva película de David Cronenberg, Un método peligroso, presentada en el reciente Festival de Venecia. Compartiendo pantalla con Viggo Mortensen, Michael Fassbender y Vincent Cassel, la actriz protagoniza una historia de cuyo guión se encarga el reputado Christopher Hampton, responsable de Las amistades peligrosas (Stephen Frears, 1988).

La película se centra en las figuras de Sigmund Freud y Carl Jung. Cuando vi el trailer, tuve la misma sensación que con Cisne Negro, y es una película que huele a premio.

Echando un vistazo a la trayectoria de esta portentosa actriz vemos que las producciones de época le vienen de muy atrás, de hecho ya formó parte en 1999 del reparto de la miniserie británica Oliver Twist, adaptación de la célebre novela de Charles Dickens, e incluso, también para la televisión, interpretó, en 2002, al personaje de Lara en una nueva versión de Doctor Zhivago, la romántica novela del escritor ruso Boris Pasternak, aunque no pudo superar en absoluto la interpretación que realizó Julie Christie en la ya mítica película de David Lean, de 1965.

Sin embargo, al año siguiente de este trabajo llegó la oportunidad de rodar Piratas del Caribe: La maldición de la perla negra, una historia basada en una atracción de Disneyland y dirigida por Gore Verbinski, que la uniría a Johnny Depp, Orlando Bloom y Geoffrey Rush. En esta ocasión, la acción se traslada al siglo XVIII y la actriz se mete en la piel de la valiente Elizabeth Swann, papel que repetiría en las dos siguientes películas de la saga, subtituladas El cofre del  hombre muerto (2006) y En el fin del mundo (2007).
La actriz con Johnny Depp, el famoso Jack Sparrow
En medio de estas tres películas la actriz tuvo tiempo de encarnar a una guerrera Ginebra en El Rey Arturo (Antoine Fuqua, 2004) junto a Clive Owen.

Posteriormente, en 2007, además de Expiación y su tercera aventura pirata, Keira Knightley estrenó Seda, adaptación, bajo la dirección de François Girard, de la famosa novela de Alessandro Baricco, y que estaba ambientada en el siglo XIX.

Además, el año 2008 supuso una nueva inmersión de la actriz en el pasado gracias a En el límite del amor, dirigida por John Maybury y que la convirtió en una de las amantes del poeta Dylan Thomas. Por otro lado, en La Duquesa, encarnó a una antepasada de Diana de Gales, que escandalizó a la Inglaterra del siglo XVIII. La dirección corrió a cargo de Saul Dibb y el filme ganó el Oscar al Mejor Vestuario.
Keira Knightley como la antepasada de Lady Di
Este recorrido no quiere decir que la actriz no haya hecho incursiones en historias ubicadas en la actualidad, pero este post se centraba en un tipo de cine muy concreto, el de época, que gusta mucho y otras actrices se han especializado en papeles de este tipo.

Desde mediados de los años 80 irrumpió con fuerza en este tipo de películas  Helena Bonham Carter, gracias a títulos como los dirigidos por James Ivory (Una habitación con vistas, 1985 o Regreso a Howard's End, 1992) sobre sendas novelas de E. M. Forster, Lady Jane (Trevor Nunn, 1986), o Las alas de la paloma (Iain Softley, 1997), sobre la novela de Henry James. Bonham Carter ha vuelto a este tipo de papeles actualmente gracias a la premiada El discurso del rey (Tom Hooper, 2010), aunque está demostrando su faceta más excéntrica y desmelenada, en el buen sentido, gracias a los papeles que le otorga su pareja Tim Burton, y su personaje de Bellatrix en la saga de Harry Potter
 Bonham Carter en Una habitación con vistas
Keira Knightley se puede considerar por tanto una digna heredera de Helena Bonham Carter, porque las producciones de época, si se hacen con corrección suelen ser muy atractivas para el público. Así que ya veremos a qué épocas nos llevará Knightley en el futuro.

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